¿Los vehículos eléctricos permiten reducir los costes en una mudanza?
Artículo revisado por el Comité
Las ventajas que ofrecen los vehículos eléctricos a medio y largo plazo los puede convertir en la alternativa más económica para llevar a cabo algunos tipos de portes.
La situación de crisis económica afecta de una u otra forma a todos los sectores profesionales. Por ello, es importante saber adaptarse a las circunstancias y encontrar soluciones a los nuevos problemas que vayan surgiendo para poder mantener activo el negocio. Y, en el caso de las empresas de mudanzas, una de las medidas más efectivas puede ser la de adaptar el tipo de transporte que se emplea en los portes para evitar gastos excesivos.
Vehículo eléctrico Vs. gasolina
El elevado precio que presenta actualmente tanto el litro de gasolina como el de gasoil –entre 1,3 y 1,5 euros según la provincia y la gasolinera- provoca que llenar el depósito suponga un gasto inmediato que, irremediablemente, subirá el coste final de la mudanza para poder amortizarlo de alguna forma.
Por ello, cada vez son más las empresas que se plantean la adquisición de furgonetas o monovolúmentes eléctricos, sobre todo para realizar los traslados más pequeños y dentro de un radio de acción más limitado.
La razón principal es que, actualmente, los puntos de recarga no son aún muy numerosos en España, por lo que las complicaciones que se derivan de intentar realizar un trayecto más largo realmente no reducen el coste total del porte.
No obstante, las marcas automovilísticas que apuestan por desarrollar y comercializar este tipo de vehículos están consiguiendo alcanzar una mayor autonomía de las baterías, lo que permitirá realizar recorridos más largos sin necesidad de recarga.
Camiones eléctricos de gran tonelaje
Respecto a los camiones de medio y gran tonelaje que normalmente se emplean en las mudanzas aún no se comercializan de forma eficiente en España, aunque en el resto de países de la Unión Europea se alzan como un producto con gran potencial de crecimiento.
De hecho, y aunque la inversión inicial que debe realizarse para adquirir estos vehículos es más elevada que el de los tradicionales de gasolina o diesel, la durabilidad de sus motores –el desgaste de las piezas es mucho menor al tratarse de un combustible completamente limpio- es su mayor ventaja y lo que permite una notable reducción del gasto a medio y largo plazo.
