La deslocalización empresarial: una oportunidad para el sector de mudanzas

Este hecho que, hace algunas décadas, suponía tener que realizar complicados procesos burocráticos y complejos traslados de todo tipo se ha simplificado notablemente. Las razones son, fundamentalmente, unos sistemas de comunicaciones cada vez más globalizados, los acuerdos cada vez más frecuentes entre países y que, en definitiva, se han normalizado y generalizado todos los procedimientos.

Este hecho deriva, como es lógico, en un mayor número de traslados lo que, sin lugar a dudas, puede suponer una oportunidad para las empresas de mudanzas especializadas en transportes tanto nacionales como internacionales –la deslocalización suele implicar un cambio de país, pero también puede tratarse de un traslado nacional-.

Aunque, en caso de que la mudanza sea internacional, la compañía debe ofrecer todas las garantías a la hora de realizar el porte en cuestión –desde el punto de vista de la correspondiente protección y gestión de las mercancías-.

Además, tendrá que reunir todos los permisos que se requieran en el país de origen y en el del destino final y asegurarse de contar con las licencias pertinentes en caso de que sean necesarias para las zonas de paso.

Igualmente, otras de las opciones que pueden contemplar las empresas de mudanzas son, por una parte, especializarse en este tipo de portes para intentar aumentar la confianza de sus clientes y, por otra –y con el fin de agilizar los trámites y facilitar los traslados-, establecer sedes en los países de destino más demandados.

Para ello, deberán en primer lugar realizar un estudio de mercado y observar detalladamente las tendencias hacia las que se apunta –para lo que pueden tomar como referencia las investigaciones que realizan los expertos y que hayan sido verificadas oficialmente-.

A partir de ahí, se deberá elaborar el correspondiente análisis de viabilidad para tomar la decisión de abrir una nueva sede o no y, en caso afirmativo, iniciar los trámites correspondientes.