El self-storage: un servicio de mudanzas en auge
Artículo revisado por el Comité
Las empresas que alquilan trasteros o espacios de self-storage están en auge. Al realizar una mudanza o, simplemente, cuando se van adquiriendo nuevos elementos para el hogar, no siempre caben todos los bienes en la vivienda y es necesario buscar espacios en los que almacenar muebles y otros enseres a un precio lo más asequible posible.
Al realizar una mudanza no siempre es posible trasladar todos los enseres al nuevo domicilio. La falta de espacio o, incluso, aunque se disponga de él, preferir buscar un espacio externo al hogar para poder almacenar muebles o cualquier otro tipo de elementos –libros, ropa, etc.- es, hoy por hoy, uno de los servicios más demandados por muchos clientes.
De ahí que, cada vez más, tanto las propias empresas de mudanzas como un nuevo tipo de negocio hayan decidido apostar por el concepto conocido como self-storage –que se puede traducir, literalmente, como "autoalmacenaje"-.
Se trata de habilitar unas instalaciones de almacenamiento de diferentes tamaños –pueden ir desde los 2 a los 200 metros cuadrados- que se alquilan durante el tiempo que el usuario necesite. Estos espacios pueden acoger no sólo propiedades procedentes de una vivienda sino, incluso, elementos o mobiliario de oficinas, por ejemplo, mientras se realizan obras de mejora o a la espera de alquilar o adquirir nuevos locales. También suelen emplearse, en el caso de las pymes, para acumular archivos o el material excedente de los inventarios.
Además, destaca que en estas habitaciones, también conocidas como trasteros o lockers, el acceso está permitido durante todos los días del año y las 24 horas del día, lo que amplía aún más sus posibilidades. Igualmente, ofrecen seguridad y limpieza ya que, normalmente, es el propio inquilino el que las cierra con un candado o una clave y, en la mayoría de los casos, las instalaciones disponen de servicios de seguridad como cámaras o alarmas individuales en las puertas.
Lo que sí conviene tener en cuenta es que el operador que gestiona estos establecimientos no está obligado a asegurar las pertenencias del interior de las estancias, es decir, se encuentran almacenados pero bajo la responsabilidad del inquilino. Aunque algunos trasteros sí que poseen este tipo de seguro o, al menos, la posibilidad de contratarlo de alguna forma –siempre que el inquilino se interese debidamente por las condiciones y lo solicite-.
Foto: Apila Self-Storage