Alquiler de oficinas: nuevas vías de negocio
Artículo revisado por el Comité
La crisis económica está provocando que muchas empresas vayan trasladando sus oficinas a la búsqueda de alquileres más baratos. Incluso, cada vez surgen más espacios, conocidos como coworkings, en los que diferentes profesionales comparten oficina para minizar los gastos. Estas opciones, al igual que el alquiler de trasteros, pueden ser una buena opción para que las empresas de mudanzas diversifiquen su negocio.
La complicada situación económica actual está obligando a muchas empresas a ubicar sus oficinas en espacios lo más asequible posible para reducir gastos. Incluso muchas de ellas se han visto obligadas a vender inmuebles de los que eran propietarias para obtener liquidez e instalarse en oficinas alquiladas.
Esta situación que, a priori, parece poco conveniente, podía suponer una nueva oportunidad de negocio para, por ejemplo, las empresas de mudanzas. Y no sólo porque aumenta el número de traslados sino porque, si muchas de ellas ya han diversificado de alguna forma su negocio ofreciendo servicios de alquiler de trasteros, ¿por qué no ofrecer también alquileres de oficinas?
Por otra parte, empiezan a extenderse en las grandes ciudades los espacios de trabajo compartidos conocidos como coworkings. Su filosofía consiste en que profesionales autónomos de diversas disciplinas pueden trabajar en una misma oficina abierta, no sólo para reducir gastos, sino también para enriquecer su labor e, incluso, poder realizar diferentes proyectos de forma conjunta.
Actualmente hay cerca de 1.800 locales de este tipo repartidos por todo el mundo, tal y como se especifica en la Segunda Encuesta Mundial sobre Coworking realizada por una de las empresas especializadas en estos espacio. Y, según indican, la cifra continúa aumentando.
No en vano, son locales que también pueden utilizarse si los empleados realizan algún tipo de teletrabajo, ya que ofrecen las prestaciones que se pueden encontrar en cualquier oficina tradicional –mesa, silla, conexión a internet, etc.- e, incluso, hay algunos que adaptan los precios a las necesidades de servicios y tiempo de cada usuario.
Igualmente, en esta línea destacan los locales coworking especializados por profesiones –arquitectos, ingenieros, etc.- o aquellos que buscan agrupar trabajos que se relacionen entre sí –programadores de páginas de internet con diseñadores o expertos en contenidos, artesanos de diferentes disciplinas, etc-.
Se trata, en definitiva, de buscar nuevas opciones para diversificar el negocio e, incluso, adentrarse en mercados hasta ahora desconocidos pero que pueden llegar a funcionar y favorecer un relanzamiento de la propia empresa que, incluso, ayude a otros sectores.