La mano de obra en una mudanza
Artículo revisado por el Comité
¿Has reparado alguna vez en que detrás de cada mudanza existe un coste humano? ¿Te has planteado a qué obedecen las diferencias en los precios de las mudanzas?
Las empresas de mudanzas legales necesitan cubrir importantes costes que al público le pasan desapercibidos. Algunos de estos costes son los sueldos de los operarios que realizan un enorme trabajo físico, los salarios de los profesionales que trabajan en el día a día de las oficinas para coordinar los necesarios procedimientos empresariales, los seguros de los trabajadores, de responsabilidad civil, de transporte, de cada servicio, carburante para los vehículos, mantenimiento de los vehículos, embalaje específico para mudanzas, herramientas de muy diverso tipo, mantas especiales, impuestos y permisos oficiales, etc.
Estos y algunos más, como la propia inversión en camiones, las naves para guardamuebles y otros costes que debe acometer cualquier empresa de cualquier sector, deberían ser ineludibles en una empresa legal que realice un trabajo bajo unos mínimos estándares de calidad. Al fin y al cabo una mudanza es un trabajo artesanal, pues cada una de ellas es única, diferente y es imposible robotizarlas. Pero ¿cuál es el activo más importante de cualquier labor artesanal? Precisamente el capital humano: los trabajadores.A ese respecto, últimamente se ha puesto de moda presionar en las redes sociales a las empresas para que bajen el precio de nuestra mudanza o incluso nos la regalen a cambio de propagar unos cuantos improperios en Internet, método que por otro lado resulta barato y muy fácil.
Pero deberíamos tener en cuenta que detrás de cada mudanza hay hombres trabajando duro y también una empresa que, si es mínimamente profesional, deberá repercutir en el precio algunos costes ineludibles para sobrevivir. El más importante: el coste humano.